miércoles, 15 de mayo de 2024

México: La risa como camino hacia la libertad 1

Payasos Sin Fronteras realizó una gira en México (Abril 2024) para ofrecer apoyo emocional a los niños y niñas desplazados y refugiados que se encuentran en comunidades apartadas o albergues en diferentes pueblos y ciudades de México.

El informe de ACNUR del 2023, indica que México se ha convertido en uno de los países con mayor número de solicitudes de asilo del mundo. Las personas desplazadas internamente o que buscan asilo en México, son personas que tuvieron que dejar sus casas por la violencia, la persecución o las amenazas que recibían en sus lugares de origen.

Se realizaron 19 espectáculos y se compartieron sonrisas con 3280 personas.

Los 4 artistas expedicionarios nos comparten sus vivencias y las presentaremos en dos partes.


LA RISA REVOLUCIONARIA - Pablo Regalado

La risa es revolucionaria, en fondo y forma, y un país como México conoce bien sobre la perseverancia y su ventura. Dijo Lucio Cabañas que “Ser joven y no ser revolucionario es una gran contradicción genética”. Y aquí estamos una troupe de cuatro Payasos Sin Fronteras por diferentes estados de México haciendo la Risa Revolucionaria, menos jóvenes que ayer, pero con la misma convicción de siempre, la de sacarle a este mundo un poquito más de humanidad a base de risas e imposibles, y genéticamente con la esperanza intacta.

Sanar el alma y paliar el trauma, l@s refugiad@s, desplazad@s, amenazad@s, desaparecid@s, muert@s… el pan de cada día en este país hermoso y profundo que nos deleita con su mejor acogida en cada actuación y con un abrazo que arde la vida y quema el corazón.

¿Cuánto vale la sonrisa de una niña refugiada? Su felicidad no será permanente tras nuestro paso, pero podrá recrear esa sonrisa ya disfrutada. Eso forma parte de su biblioteca emocional, lista para consultar y revivir tras el paso de l@s payas@s, así hasta la saciedad. L@s payas@s no podemos poner fin a tanta miseria e injusticia, pero con cada actuación nuestra hacemos que l@s niñ@s vuelva a ser niñ@s y l@s mayores conecten con su infancia, preciada perla que quizá nunca eclipsó lo suficiente con su destello.

Por esto y más, abran paso a l@s payas@s. Permite que te inviten a una nueva función, donde la vida no pide permiso y nosotr@s lo queremos todo.

Gracias a mís amig@s y alid@s de viaje, Marta, Noche y Toño por hacer esto posible y formar parte de esta experiencia única directa al corazón. Gracias a la colaboración e implicación de @acnurmx por su labor y a nuestro coordinador y nuevo amigo Juan Sotomayor. También agradecer la colaboración al Ayuntamiento de Barcelona.

¡GOD SAVE THE CLOWNS!

 

EL MEJOR ESCENARIO DEL MUNDO – Marta Castelló 

Nos abrimos paso entre las calles preliminares al refugio con la camioneta como si navegáramos en pleno océano, solo que los azules del mar son las lonas y tiendas de campaña habitadas por efímeros ojos curiosos, los cuales asoman a través de los agujeros de esas burbujas íntimas que se transforman en hogar durante alguna noche. 

Juan Sotomayor, nuestro guía y luz en la misión nos introduce cuidadosamente a la situación de cada lugar, descripción de sus habitantes en ese momento, motivos de sus desplazamientos, perfiles… Llegamos a la entrada, se abren los portones y allá vamos, entramos en un mundo dentro de otro mundo.  Calma inaudita con ecos de tenedores y cucharas, olor a café y tortillas… y entre el trajín de montones de ropa y zapatillas se oye una voz gritar. ¡Ya llegan los payasos!

Por arte de magia se llenan de miradas los quicios de las ventanas, movimiento de sillas, sábanas, pies de aquí para allá. El patio es sitiado por decenas de personas que empiezan a limpiar, cambiar mobiliario, transformar el espacio en nuestro escenario. El mejor escenario del mundo, ese en el que te están esperando y vas a sanar con tu actuación.

Me siento embriagada por el poder de transformación de cada comunidad, la capacidad de organización colectiva y el afecto de unos hacia otros. Los cuidados que se procuran entre sí. Las miradas de cada niño, de cada niña, de cada madre, de cada padre, de cada joven... son miradas llenas de luz y curiosidad, miradas sedientas de paz y normalidad, pero en pie de lucha por su libertad.

El espectáculo es un baño de bálsamo tibio y reconfortante para la audiencia, puedes sentir cómo el dolor de los corazones se va deslizando por sus almas hasta desvanecerse en el suelo y transformarse paulatinamente en una sonrisa llena de colores que llega al clímax explosivo en el gran final del show.

Y después… todas las ganas de saber, de conocer, de vivir sobre cada uno de nosotros en forma de abrazos, besos, apretones, miradas que te dicen “No te vayas”, “Quédate un poco más”, miradas que quieren hacer eterno el instante y que no dejan de sonreír, con los payasos no existe el tiempo ni el lugar, solo queremos seguir riendo, seguir riendo… Lo que nunca preguntan esas miradas es: “¿Dónde vives?” “¿Tienes padres?” “¿Tienes hijos?”, “¿Estás solo?” eso no se pregunta. Aprendieron a vivir sin ciertas cosas, solo el camino y el presente.

Tras la vorágine de saludos, de risas después del espectáculo, de juegos y de compartir, ya casi de camino a retirarnos… soy consciente de que desde el final del show he notado una manita cálida y firme que tomaba la mía. Primero fue una sola y después discretamente fueron las dos… desde el principio tenía a esta niña unida a mí en cada juego, en cada saludo, en cada conversación… sin llamar la atención, sin ser percibida apenas, solo con el deseo de estar bien pegada a este momento. “Que no se me escape”. Cuando nuestras miradas se encuentran la risa resuena fuerte y sincera y nos abrazamos mucho rato. La última despedida.

Así viví la primera experiencia como payasa sin fronteras, en el primer albergue de mi primera expedición. Con mis compañeros Noche, Pablo y Toño, un equipo de 10. Después vendrían 18 espectáculos más a lo largo de 5 estados de México. El gran equipo de Acnur en cada estado nos lo puso muy fácil, en cada lugar, en cada espacio el trabajo estaba hecho de manera impecable. Colegios, centros de acogida, centros sociales, plazas, albergues, patios… en cada uno la experiencia fue distinta pero en todos la risa nos hizo mas felices. Desde ese día ya forman parte de nuestros corazones. 

Marta C. “Nadie sin una sonrisa”

Gracias a Lena por cuidar con tanto cariño esta gira y poner todo su corazón.




La gira fue posible gracias a la coordinación con ACNUR México y al apoyo del Ayuntamiento de Barcelona.



Participaron en esta gira los artistas voluntarios Marta Castelló, Noche Dieguez, Pablo Regalado y Toño Zarralanga,


Gracias por leer nuestras aventuras en México.

Ayúdanos a seguir compartiendo sonrisas en éste y otros muchos países.

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