jueves, 19 de enero de 2023

Amar a la vida

Un grupo de 4 colombianos viajando a Quibdó, Colombia. Para mí, era la primera vez. 

Colombia es uno de los países más bellos del mundo. También uno de los mas violentos. Aquí hubiera podido nacer el concepto del ying y el yang. Cuánta belleza y cuánto horror coexistiendo.  

En Quibdó los contrastes se hacen más extremos. Somos colombianos y sabemos que esta región, especialmente, sufre las consecuencias de un estado racista y corrupto.  Además existe una enorme riqueza minero-ambiental que el primer mundo persigue como un buitre.  Para completar el cuadro, está el narcotráfico despiadado e inescrupuloso que permea todos rincones sin excepción.  

Esta experiencia con PSF la he asimilado desde dos perspectivas.  La primera, desde la mujer que reflexiona, que hace análisis socio-políticos y que, eventualmente, se atreve a juzgar ciertas realidades.  La segunda desde la Payasa, que no entiende nada de esas cosas, pero que lo entrega todo sin discriminación ni juicio y así mismo tiene el corazón abierto para recibir. ¡Y sí que le dan!

El juicio lleva, a menudo, escondido un miedo a lo distinto y también un aire de superioridad. ¿Quiénes somos para juzgar a los demás?  ¿En qué lugar las personas somos más felices?  La palabra pobreza puede tener muchas caras.  

4 payasos que vienen a traer un poco de alegría a un territorio en conflicto.  Pero… alegría la que nos contagian estos niños al verlos reír y jugar libremente. Alegría la que nos transmiten bailando.  Alegría la que alberga nuestro ser cada vez que recibimos sus risas, sus aplausos, sus abrazos sinceros, espontáneos y amorosos.  En esos momentos somos eternos juntos. Somos uno solo.

 A la mujer que soy no le he dado mucho espacio ni libertad en este contexto.  He decidido, mejor, dejar ser a la Payasa para que ella conecte desde la inocencia, la generosidad, el juego, la presencia, el amor.  Ahora entiendo por qué fue a ella a quien invitaron a venir aquí.

Estar aquí, sin ninguna otra expectativa que jugar y compartir. Aflora una certeza: somos iguales, estamos unidos.  

Aquí en medio de la selva, todo crece frondosamente y con mucha fuerza. Todo se muestra sin timidez ni tapujos, ni doble moral.  El río, los atardeceres, los árboles, la violencia, la lluvia, los hombres, la mujeres, los niños, los olores, los colores... 

Aquí, cada gesto que recibimos es honesto, directo, crudo y contundente. Cada aplauso, cada risa, e incluso cada Buuuuu, han sido un reflejo divino de la vida misma en todo su esplendor, sin hipocresía y sin pretensión de ser algo que no es. 

Aquí nos hemos dejamos impregnar de esta fuerza a través de todos los sentidos. Ha sido una gran oportunidad para ser transparentes y verdaderos con nosotros mismos. Para amar la vida.  Compartir eso que somos, a través de nuestros payasos. Ni más ni menos. 

La vida es para vivirla y sólo podemos decir que estamos respirando intensamente y que decidimos vivir esta experiencia A TOPE A TOPE A TOPE!  Gracias Payasos sin Fronteras por invitarnos a ser parte de esta aventura.  Gracias colegas payasxs, Tati, Julia, Dani. Gracias Quibdó. ¡Ha sido sobresaliente!

Paula Malik





 















Un proyecto conjunto con






Con el apoyo de






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Atentamente,

Julia, Tatiana, Dani y Paula.


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