Monano, Miquel Crespi y Joana aterrizados en Dollo Allo!/© PSF |
Aterrizados
en Addis Abebba, capital de Etiopía Lo primero, reunión en la
oficina de ACNUR en el centro de la ciudad: Tomaos un Taxi y
recorremos la ciudad, es una ciudad que se esta haciendo, lleno de
andamios en todos los edificios, y muchos edificios abandonados en la
estructura, comercios en cualquier esquina, cada uno tiene su pequeño
negocio, verduritas, móviles, ruedas, neumáticos... Y los
vendedores ambulantes que cargan mochos y escobas, llevando muchas
encima, una imagen muy divertida. Monano, como gaditano que es,
siempre tiene el chiste preparado y exclama: ¡¡¡TE QUIERO
MOCHO!!!.
Llegamos a
las oficinas de ACNUR: Entrada y salida de personas refugiadas...
Verjas de hierro, muchas personas esperando a ser atendidas...
Nosotros tenemos reunión con el responsable de los campos de
refugiados en la región Dollo Ado, a la que nos dirigimos. Una
entrada triunfal al edificio por nuestra parte: Tocamos un
interruptor, pensando que es el timbre de entrada y apagamos la luz
de donde se encuentra la gente esperando!
-Nos
ponemos a reír todos por la situación y ellos también- montón de
ojitos mirándonos. Las primeras risas del día !!! Ole!!
En la
recepción varias personas venían a las oficinas de ACNUR para
entregar papeles o hacer alguna gestión, pero una chica os llamó
especialmente la atención: Vestida de negro, cubierta de forma
integral, vistiendo guantes negros, activaba un smartphone
mientras unos ojitos
bellos asomaban por la ranura del velo, un detalle muy curioso.
Calzaba zapatos de brillantes y fue la persona que más nos atrajo
por su manera de estar en la recepción con nosotros. Los tres
inmersos en nuestros pensamientos sacamos nuestras conclusiones sobre
cuánto de diferente debía ser la vida de esta chica respecto a las
nuestras.
Por fin
entramos en las oficinas!! Después de una larga espera, eso si.
Nos reciben responsables de ACNUR y nos entregan los billetes de
avión para el día siguiente con destino a Dollo Allo. La salida
será a las 5.30 de la mañana desde el hotel. Nos facilitan
teléfonos de contacto y nos cuentan que todo está organizado para
nuestra llegada a los campos de refugiados.
Comemos en
el comedor para los trabajadores de ACNUR, muy bien y muy barato!
Antes de seguir en las reuniones nos relajamos en un maravilloso
césped, el sol nos acoge con sus rayos de calor, y la siesta nos
invade y reconforta del largo viaje desde Barcelona!!
A quién os
escribe (Monano) le despierta Joana, la payasa de nuestro equipo!
Tomamos un café, y conocemos los máximos responsables de ACNUR en
Etiopía y hablamos de los campos de refugiados: Acogen a 600.000
refugiados en su país... Hablamos sobre las condiciones de vida que
tienen y las rutinas en los campamentos. Nos parece increíble: Pasan
media vida entre tiendas y barracones. Etiopía es el país que más
refugiados acoge en todo África y nos comentan que nunca ha habido
clowns en los campos de Dollo Ado y que nos esperan muy ilusionados.
Por la tarde
nos dirigimos al mercado de Addis Abbeba con un acompañante de
confianza de ACNUR que por las tardes hace unas horas en el taxi para
complementar su salario. (Un sueldo considerado bueno en Etiopía es
de 75 euros al mes y necesita las horas extras de Taxi). Su Taxi: De
propiedad, tiene 25 años y es un Lada ruso. Nuestro chófer tiene 4
hijos y la cosa esta muy justa para solo vivir de un sueldo, por eso
lo de Taxista, ya que quiere que sus hijos sigan yendo a la
universidad y los que son pequeños tengan la oportunidad de ir.
De camino al
mercado (12 kilómetros en coche) empezamos a entrar en el mercado
donde encontramos kilómetros de calles de comercios y callejuelas
minadas de tiendas. Aparcamos y el mismo conductor nos hace de guía
por el mercado y en un momento teníamos dos guías que se ofrecieron
para acompañarnos. El "no necesitamos guía, gracias”
para ellos son sólo palabras sin significado... jeje.
Las calles
del mercado son temáticas: zapatos, telas, ollas, especies... A los
tres nos golpea visualmente y emocionalmente por los olores, por sus
callejuelas, por los personajes, por situaciones varias, entre ellas
esta: Cientos de personas corriendo por las calles con sus pañuelos
envueltos con mercancía que vendían en medio de la calle y (la
policía los persigue a golpe de palo para que no hagan venta
ambulante) nosotros nos apartamos de la avalancha. En una calle
céntrica un grupo de jóvenes canta, baila y corren por la calle y
el líder delante de todos maquillado de zulú, con lanza en mano va
asustando a la gente a su paso. Nos retiramos del pasacalle, la
energía parece muy dispersa, no sabemos si están alegres o no, y
nosotros no conocemos sus códigos... Finalmente el guía nos
comenta que se trataba de una fiesta religiosa.
Entre los
curiosos rincones, nos encontramos a dos mujeres mayores guapísimas
"MAMA AFRIKA'S", con paraguas, vestidas elegantes y
sonrientes, en medio de montañas de especies y productos naturales,
y ellas allí en medio en su hueco como si formarán parte del
decorado, una imagen para no olvidar del mercado de Addis Abbeba.
Nos vamos del mercado y el conductor nos invita a tomar algo bien
fresquito. Compartimos risas y momentos bonitos con el conductor
mientras saboreamos una MATA, la cerveza local. Por cierto...
¡¡¡¡riquísima !!!!
Está
orgulloso de nuestro trabajo y nosotros del suyo, nos deja en el
hotel y nos da el teléfono por si alguna vez volvemos por la ciudad.
Viajar de
esta manera por el mundo te ofrece oportunidades de hacer amigos y
sonreír con ellos, quien sabe si volveremos a verle, pero ese
ratito que compartimos juntos, fue inolvidable. Nos vamos a hacer las
maletas, mañana rumbo a Dollo y a empezar a compartir sonrisas!
Bona nit!!!
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