jueves, 22 de enero de 2015

Aterrizados y listos para empezar a actuar en Etiopía! 2do día de viaje.

Monano, Miquel Crespi y Joana aterrizados en Dollo Allo!/© PSF



Aterrizados en Addis Abebba, capital de Etiopía Lo primero, reunión en la oficina de ACNUR en el centro de la ciudad: Tomaos un Taxi y recorremos la ciudad, es una ciudad que se esta haciendo, lleno de andamios en todos los edificios, y muchos edificios abandonados en la estructura, comercios en cualquier esquina, cada uno tiene su pequeño negocio, verduritas, móviles, ruedas, neumáticos... Y los vendedores ambulantes que cargan mochos y escobas, llevando muchas encima, una imagen muy divertida. Monano, como gaditano que es, siempre tiene el chiste preparado y exclama: ¡¡¡TE QUIERO MOCHO!!!.

Llegamos a las oficinas de ACNUR: Entrada y salida de personas refugiadas... Verjas de hierro, muchas personas esperando a ser atendidas... Nosotros tenemos reunión con el responsable de los campos de refugiados en la región Dollo Ado, a la que nos dirigimos. Una entrada triunfal al edificio por nuestra parte: Tocamos un interruptor, pensando que es el timbre de entrada y apagamos la luz de donde se encuentra la gente esperando!

-Nos ponemos a reír todos por la situación y ellos también- montón de ojitos mirándonos. Las primeras risas del día !!! Ole!!

En la recepción varias personas venían a las oficinas de ACNUR para entregar papeles o hacer alguna gestión, pero una chica os llamó especialmente la atención: Vestida de negro, cubierta de forma integral, vistiendo guantes negros, activaba un smartphone mientras unos ojitos bellos asomaban por la ranura del velo, un detalle muy curioso. Calzaba zapatos de brillantes y fue la persona que más nos atrajo por su manera de estar en la recepción con nosotros. Los tres inmersos en nuestros pensamientos sacamos nuestras conclusiones sobre cuánto de diferente debía ser la vida de esta chica respecto a las nuestras.
Por fin entramos en las oficinas!! Después de una larga espera, eso si. Nos reciben responsables de ACNUR y nos entregan los billetes de avión para el día siguiente con destino a Dollo Allo. La salida será a las 5.30 de la mañana desde el hotel. Nos facilitan teléfonos de contacto y nos cuentan que todo está organizado para nuestra llegada a los campos de refugiados.
Comemos en el comedor para los trabajadores de ACNUR, muy bien y muy barato! Antes de seguir en las reuniones nos relajamos en un maravilloso césped, el sol nos acoge con sus rayos de calor, y la siesta nos invade y reconforta del largo viaje desde Barcelona!!

A quién os escribe (Monano) le despierta Joana, la payasa de nuestro equipo! Tomamos un café, y conocemos los máximos responsables de ACNUR en Etiopía y hablamos de los campos de refugiados: Acogen a 600.000 refugiados en su país... Hablamos sobre las condiciones de vida que tienen y las rutinas en los campamentos. Nos parece increíble: Pasan media vida entre tiendas y barracones. Etiopía es el país que más refugiados acoge en todo África y nos comentan que nunca ha habido clowns en los campos de Dollo Ado y que nos esperan muy ilusionados.

Por la tarde nos dirigimos al mercado de Addis Abbeba con un acompañante de confianza de ACNUR que por las tardes hace unas horas en el taxi para complementar su salario. (Un sueldo considerado bueno en Etiopía es de 75 euros al mes y necesita las horas extras de Taxi). Su Taxi: De propiedad, tiene 25 años y es un Lada ruso. Nuestro chófer tiene 4 hijos y la cosa esta muy justa para solo vivir de un sueldo, por eso lo de Taxista, ya que quiere que sus hijos sigan yendo a la universidad y los que son pequeños tengan la oportunidad de ir.

De camino al mercado (12 kilómetros en coche) empezamos a entrar en el mercado donde encontramos kilómetros de calles de comercios y callejuelas minadas de tiendas. Aparcamos y el mismo conductor nos hace de guía por el mercado y en un momento teníamos dos guías que se ofrecieron para acompañarnos. El "no necesitamos guía, gracias” para ellos son sólo palabras sin significado... jeje.

Las calles del mercado son temáticas: zapatos, telas, ollas, especies... A los tres nos golpea visualmente y emocionalmente por los olores, por sus callejuelas, por los personajes, por situaciones varias, entre ellas esta: Cientos de personas corriendo por las calles con sus pañuelos envueltos con mercancía que vendían en medio de la calle y (la policía los persigue a golpe de palo para que no hagan venta ambulante) nosotros nos apartamos de la avalancha. En una calle céntrica un grupo de jóvenes canta, baila y corren por la calle y el líder delante de todos maquillado de zulú, con lanza en mano va asustando a la gente a su paso. Nos retiramos del pasacalle, la energía parece muy dispersa, no sabemos si están alegres o no, y nosotros no conocemos sus códigos... Finalmente el guía nos comenta que se trataba de una fiesta religiosa.

Entre los curiosos rincones, nos encontramos a dos mujeres mayores guapísimas "MAMA AFRIKA'S", con paraguas, vestidas elegantes y sonrientes, en medio de montañas de especies y productos naturales, y ellas allí en medio en su hueco como si formarán parte del decorado, una imagen para no olvidar del mercado de Addis Abbeba. Nos vamos del mercado y el conductor nos invita a tomar algo bien fresquito. Compartimos risas y momentos bonitos con el conductor mientras saboreamos una MATA, la cerveza local. Por cierto... ¡¡¡¡riquísima !!!!
Está orgulloso de nuestro trabajo y nosotros del suyo, nos deja en el hotel y nos da el teléfono por si alguna vez volvemos por la ciudad.
Viajar de esta manera por el mundo te ofrece oportunidades de hacer amigos y sonreír con ellos, quien sabe si volveremos a verle, pero ese ratito que compartimos juntos, fue inolvidable. Nos vamos a hacer las maletas, mañana rumbo a Dollo y a empezar a compartir sonrisas!


Bona nit!!!

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