lunes, 24 de noviembre de 2014

Toma de contacto en Jordania

Primer día de la expedición (22 de noviembre)



Empezamos el día sin el Mohammed, nuestro driver. Parece que él es el dueño de la empresa de taxis a la que pertenece nuestro vehículo y a menudo tendremos otros conductores. No hay problema. Jordania nos da la bienvenida con la llegada del invierno: empieza a hacer frío. A primera hora de la mañana hacemos la primera reunión de coordinación con la organización Intersos, una de nuestras contrapartes en esta primera parte de la gira. Fue cosa rápida. Nos dicen que actuaremos en los Johud Centres de Irbid y Mafraq (Norte de Jordania, en la frontera con Siria). Los Johud Centres son centros en los que conviven niños y niñas tanto refugiados Sirios como Jordanos. Con acciones como la que haremos nosotros pretenden ganarse la confianza de las familias refugiadas. Es importante para Intersos que sea así, pues según nos dicen hay puntos de trabajo que son muy nuevos y tienen que ir poco a poco con acciones como estas.

Nos acompaña personal propio de Intersos, trabajadores jordanos. El contacto es muy fácil y dinámico con ellos. Nos llevan a una de las escuelas de Iydoun (Irbid). Llueve y tendremos que actuar en un patio cubierto. Tienen electricidad en buenas condiciones y montamos tan rápido como podemos para empezar a la hora, aunque el ritmo del país hace que todo se retrase. No tenían previsto un alargador para el equipo, y cuando lo traen, empezamos. Por nuestra exigencia, no una buena actuación (es la primera), pero mirándolo con buenos ojos y viendo el resultado, creemos que fue muy bien. Fue todo como muy atropellado para nosotros: 200 niños y niñas de público, con mucha entrega, respondiendo nuestras interacciones en árabe (no teníamos claro si entenderían nuestro árabe). Al final, muy contentos.

Acto seguido, carretera y manta. Nos esperan a Irhab (Mafraq). Esta vez vamos a un centro un tanto curioso. No es una escuela, sino más bien un centro cívico donde actuaríamos bajo techo. Unos 170 chicos y chicas y también adultos. Esta vez nos quitamos la espinita, vamos con más calma y realizamos un espectáculo en condiciones. Por segunda vez acabamos, recogemos, fotos a mansalva hasta agotarnos, un té de cortesía y nos preparamos para volver a Amman. Antes, una familia refugiada, emocionada al terminar el espectáculo, comenta a los trabajadores de Intersos que nunca habían visto un espectáculo así... ni en Siria. Reconforta saber que tu trabajo, tu día a día, puede convertirse sin darte cuenta en algo realmente importante para alguien.

Acabamos comiendo a pie de carretera de vuelta al hotel. Es uno de los temas que vamos detectando. Empezamos muy temprano y comemos muy tarde. Todo muy seguido y acabamos hambrientos! Lo tendremos que prever de cara a los próximos días.
Volviendo con la furgoneta nos dicen: "Veis estas montañas del lado? Es Siria". No imaginábamos que estábamos tan y tan cerca de la frontera. Toda la gente a la que preguntamos nos dice que, a pesar de la proximidad, en Jordania nunca ha habido problemas relacionados con el conflicto sirio, "como mucho puedes sentir el chasquido de alguna bomba", dicen. ¿Como mucho...?

En el primer día es difícil hacerse a la idea de la realidad del país. Nos llama la atención el hecho de que nos sea difícil detectar qué niños son de un sitio o de otro. Jordania no es un destino idílico, es un lugar árido y gris. Desangelado. Pero la gente agradece mucho el hecho de que estés, agradecen lo que haces y te lo hacen saber... Aunque somos unos recién llegados y sabemos perfectamente que estamos todavía muy desubicados!

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