No llevamos ni tres días en este país y son tantas las emociones que hemos vivido y tal la intensidad del día a día, que es muy difícil resumir en tan pocas palabras lo que sentimos. UNICEF es nuestra contraparte y aunque están desbordados por la situación de los refugiados sirios en el Libano, han abierto un hueco para coordinar esta expedición junto con Payasos sin fronteras. Es tal el caos que existe en los campos de refugiados, que suman más de dos millones de sirios repartidos por todo el pais, lo cual dificulta la logística para llevar a cabo esta misión.
Hemos hecho cuatro actuaciones, dos en un centro cultural al sur del Líbano y otras dos en los campos de refugiados al norte cerca de Trípoli. Lo que más nos ha impactado ha sido ver a familias en una situación infrahumana. Viviendas hechas a base de plásticos, cuerdas y palos, que se sostienen a duras penas bajo una climatología adversa. Pero aún así hemos puesto toda nuestra energía para llevarles lo que en estos momentos nosotros podemos aportarles, que es hacer brotar de sus corazones esa sonrisa que nos hace ser humanos utilizando un lenguaje universal que une a todos los pueblos: la risa.
Desde Beirut, continuamos con la misión.
¡Os dejamos algunas imágenes de estos días!
(c)Payasos Sin Fronteras
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