lunes, 1 de julio de 2013

En todas partes cuecen Tô

Es miércoles por la tarde y nos toca ir al CHUSS. La lista de niños hospitalizados con los que vamos a intervenir no es muy extensa, pero es bastante densa: Malnutrición Severa Aguda, Malaria, Diarrea, Kwashiorkor... nos equipamos con nuestras mejores ganas y vamos.

Estamos en una habitación trabajando con una energía tranquila (en Burkina casi toda la energía fluye tranquila), porque Rihanatu no está para muchos trotes. Está tumbada en la cama y la animamos con unas burbujas, unas caricias y unas músicas. Tenemos algo de público. Limata, su hermana, la madre, la madre de la madre y alguien más al fondo. En la puerta se planta una mujer (será la madre de algún paciente, nos decimos) y empieza a hablar en un tono intenso. Al principio no entendemos lo que dice y decidimos hacernos los suecos. Luego empezamos a entender, pero no comprendemos nada. Nos medio grita que porqué vamos tocando y haciendo bailes, que lo que necesitan los enfermos es que les compremos pimentón (por casualidad ella vende bolsitas de pimentón para los enfermos...), o mejor, chocolate para los niños, o todavía mucho mejor, que lo que deberíamos hacer es regalar 1000 CFA (1,5€ aprox.) a cada familia y largarnos! Varias madres aplauden fervorosas el discurso de la agitadora de masas. Nosotros nos quedamos de piedra. Helados. Me pinchan y no hecho ni gota. Un amigo que nos acompañaba intenta explicar su visión para calmar los ánimos de la sala y evitar un motín: nosotros no regalamos nada material. Y la agitadora, que tanto habla de regalar, tampoco. Nosotros estamos aquí para jugar y repartir alegría.

Antes de que nos repongamos del shock, la vendedora se va feliz. Pero el ambiente se queda con un tufo a desconfianza, que se mezcla con el olor dulzón, a humanidad y a comida, habitual del hospital. Empiezan a exigirnos regalos para los niños en un par de habitaciones, en otra nos miran mal. Es tarde y quiere llover, que se dice. Nos vamos con el alma desencajada.

Coincidimos con María en un concierto. Es de Terrassa y lleva seis años viniendo a Bobo de forma regular para participar en diferentes proyectos. Nos da su visión:
-En Burkina no creo que nadie pase hambre. Si tu vas a tu vecino y le dices dame algo de comer,
seguro que te da. El problema es que solo comen tô. Los agricultores de los pueblos, cultivan tomate, pepinos, patata, legumbres... pero lo venden todo, porque necesitan el dinero para otras cosas, y solo comen tô.

El Tô es el plato nacional de Burkina. También se come en Mali, Costa de Marfil y Ghana. Se prepara una masa de harina de millo, se mete dentro de una bolsa de plástico y se hierve en agua. El resultado es una especie de gacha pálida y poco sabrosa, que se acompaña, si se puede, con un guisado de verduras.

-Hay quien solo come Tô, desayuno merienda y cena- sentencia María.

Limata es una de nuestras mejores amigas. Tiene dos años, una hermana pequeña y seguramente come mucho tô.

De la Wiquipédia: “El Kwashiorkor es una enfermedad de los niños debida a la ausencia de nutrientes, como las proteínas en la dieta. El nombre de Kwashiorkor deriva de una de las lenguas Kwa de la costa de Ghana y significa "el que se desplaza", refiriéndose a la situación de los niños mayores que han sido amamantados y que abandonan la lactancia una vez que ha nacido un nuevo hermano.
Cuando un niño nace, recibe ciertos aminoácidos esenciales para el crecimiento procedentes de la leche materna. Cuando el niño es destetado, si la dieta que reemplaza a la leche tiene un alto contenido en fécula y carbohidratos, y es deficiente en proteínas, como es común en diferentes partes del mundo donde el principal componente de la dieta consiste en almidones vegetales, donde el hambre hace estragos, los niños pueden desarrollar Kwashiorkor.”

Limata tiene dos años, una hermana pequeña y Kwashiorkor..

El primer día que Limata nos vio lloraba y se escondía si la mirábamos. Decidimos jugar con ella sin mirarla, dándole objetos mientras miramos a otra parte, y parece que así no le damos tanto miedo. Pasan los días y nos hacemos muy amigos. Una mañana viene corriendo hasta donde estábamos y nos abraza, se saca medio caramelo de la boca y nos lo regala. Es encantadora. Por la tarde no nos deja solos. Nos sigue de habitación en habitación. Juega con nosotros y con cada niño, como queriendo decir a sus compañeros de hospital 'eh, tranqui, que los tubabuw molan...'. Es nuestra embajadora del juego. Con su madre también hacemos buenas migas, pero para ella seguimos siendo totalmente tubabuw. La única palabra que le oímos en francés, varias veces por día, es el manido “cadó cadó” (cadeux: regalo). El día del motín fue la primera en vitorear y palmear la propuesta de la vendedora de polvo.

Al llegar al CREN por la mañana, un fuerte olor a habas nos invade golpeándonos agriamente en la pituitaria. Las madres de los ingresados por Malnutrición Aguda Moderada preparan la comida, también para los niños de otras secciones del hospital. Mientras jugamos a pelota vemos pasar a las madres de la sección de hospitalización Viene Limata también! Fiesta! Cada madre recoge un pequeño barreño de plástico, relleno de un arroz con algo de salsa y carne. Aveces a puñados, algunos con cuchara, a la hora de comer no sobra mucha argamasa. Al lado de las camas, cada familia tiene un barreño con agua, se limpian los recipientes, las cucharas, las manos. Un padre se enjuaga la boca y escupe el resultado al lado del cabezal de la cama.

Hoy el viento sopla y llueve fuerte. La estación de lluvias se instala perezosamente sobre Burkina. Mañana habrán más mosquitos. Más malaria.

A Limata le dieron el alta. No nos hemos podido despedir. La última vez que la vimos nos decía adiós como una princesita, con el brazito bien alargado y girando solo la muñeca.

Ojalá la próxima vez que entre a un hospital sea para estudiar medicina.

© Payasos Sin Fronteras

© Payasos Sin Fronteras

© Payasos Sin Fronteras

© Payasos Sin Fronteras

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Ayuda a que las sonrisas lleguen más lejos!

¡Ayuda a que las sonrisas lleguen más lejos!
Dona por Bizum al 01725

Contribuyentes