EL BLOG DE PAYASOS SIN FRONTERAS: Jijiga con los refugiados somalíes

Llegamos a Jijiga el día 25, al aeropuerto vino a buscarnos un coche de Naciones Unidas y nos llevó hasta las oficinas de ACNUR para realizar las presentaciones pertinentes. Zaida no pudo compañarnos en este viaje pues, a pesar de encontrarse mucho mejor, era más recomendable quedarse en Holeta para descansar y estar al cien por cien muy pronto.

Nada más llegar, fuimos conscientes de que la realidad en esta zona de Etiopía es muy diferente a las otras zonas en las que habíamos estado. Mucha presencia militar, controles en la carretera y la mirada endurecida de los transeúntes que nos cruzábamos, nos hizo entender que, aunque a día de hoy todo estaba en orden, no hacía mucho tiempo que habían ocurrido serios disturbios.

Esta región, que antes pertenecía a Somalia y ahora a Etiopía, conviven somalíes que ahora son etíopes, etíopes que siempre lo han sido y somalíes que nunca han dejado de serlo. Dos culturas, dos idiomas, dos religiones muy diferentes conviviendo en la frontera a la sombra la guerra.

Hoy, día 28 de diciembre, después de haber actuado los días anteriores en los campos de Sheder y Aw Barre, nos dirigimos a Kebribeyah, el más antiguo y poblado de todos los asentamientos de refugiados en esta región. En la escuela infantil del campo 700 personas nos esperan expectantes entre aplausos, música e ilusión. Esta gente, igual que la que vive en los otros campos, necesita reír a carcajadas...¡y para eso estamos aquí!

Como todos los espectáculos hasta ahora hechos en este lugar, han sido un éxito y han cumplido con creces las expectativas de traer alegro y esperanza a esta gente. Esta tarde actuaremos en la plaza del campo para toda la población presente y, al acabar sabrán que, aunque tengamos que regresar a casa, no serán olvidados...

Seguros estamos que, si prestáis un poco de atención esta tarde, ¡podréis oír desde vuestras casas las risas de estos refugiados en Etiopía!

Acircándonos.