- You don't like it?- Me
pregunta mientras aprieta fuerte mi mano.
- You don't like it?- Me
mira extrañada mientras las lágrimas se me escapan sin poder
contenerlas.
- I like it, I like it!!!- Le contesto sonriendo,
fijando la mirada en la pulsera q ahora esta en mi muñeca.
- Tu
eres mi amiga!- Me dice mientras me abraza mirándome a los
ojos.
Asiento sonriendo y le acaricio el pelo mientras la aprieto
contra mi cuerpo, queriendo quitarle el frío que pasa por las
noches.
Como si mi abrazo pudiera protegerla de las calamidades
que queden por venir. Entonces miro a mi alrededor y observo las
alambradas, las tiendas sujetas con piedras a la orilla del mar. Veo
las letrinas, los contenedores quemados y los charcos en el barro y
le pregunto:
- Y tu, que quieres ser de mayor?
- ¡Músico!- Me
dice señalando el ukelele.
- Quieres hacer música como
nosotras?- Le digo divertida.
- Sí, pero no con tapaderas de
sartenes....
- Bueno, pues si lo deseas muy fuerte, seguro que lo
conseguirás!
Y le doy una nariz roja que aprieta en su mano como
si fuera un tesoro. Y yo llevo en la mía su única pulsera.Mi amiga
y yo, paseamos de la mano celebrando el amor entre las montañas de
escombros.
Virginia
Cuantas
cosas grandes y pequeñas que contar. Ayer no fue fácil ni difícil,
fue extraño. Una sensación de vacío rebosante que no me dejaba
respirar con calma.
Por primera vez entré más profundamente en un
campo de refugiados. El acceso, durante el camino se iba
estrechando entre tiendas y barracones improvisados. Nosotras en pie
tocando nuestra musiquita y animando a todo el mundo a cantar y a
sonreír.
Las respuestas fueron gratificantes: muchos iban
añadiéndose al son de la música y las risas de los niños, las
miradas de padres y abuelos con las manos en el corazón como gesto
de agradecimiento me llegaron al alma. Un abrazo improvisado de un
joven me permitió no derrumbarme, perder ese miedo irracional que sentía desde antes de entrar allí, en su mundo, ese mundo obligado e
impuesto por una desatención mundial, ese miedo o inquietud que tuve
por enfrentarme a una energía pesada que no se ve pero se huele y se
siente...y que está en cada rincón de ese lugar.
Al salir de
allí la sensación de haber sembrado algo de luz y color se
multiplicó por mil y desaparecieron los miedos.
Teresa
Esta mañana ha sido brutal. Talleres d clown, malabares y magia con adolescentes. Rompiendo tópicos (chicos-chicas), rompiendo barreras (diferentes culturas) y reafirmando su autoestima y la nuestra. Y como regalo hemos tenido la suerte de ser invitadas a la comida de las chicas. Hemos comido con ellas, hemos bailado danzas sirias, hemos compartido unos momentos mágicos que vienen sin saberlo y sin esperarlo y hemos aprendido a decir "te quiero" en kurdo, iraní, árabe, griego, rumano, turco, castellano, italiano, catalán... Mil gracias Marwa, Jala, Reiham, Felek, Rama y también Claire y Ángela.Y por supuesto Virginia, Teresa y PSF.
Anna
No hay comentarios:
Publicar un comentario