martes, 25 de marzo de 2014

Proyecto en Colombia: La caravana de sonrisas pasa por Bogotá camino de Buenaventura

Segunda etapa de la expedición. Nos hemos adentrado ya en los barrios más duros de Colombia. Pegados a la capital, en Soacha, se arraciman suburbios en los que rige una ley ajena a la del exterior impuesta a miedo y plomo por los grupos pandilleros, paramilitares o simplemente mafiosos que gobiernan los barrios. 

En Altos de la Florida hemos trabajado dos días en el Centro de Apoyo Escolar, un oasis entre la violencia y el polvo que ofrece un rayo de luz a los niños. El segundo día, oportunamente escoltados por personal del ACNUR y la escuela, salimos a hacer un improvisado pasacalles por las calles aledañas para invitar a los niños al espectáculo, y palpamos el clima de desconfianza y miedo. Fronteras invisibles parcelan el barrio y nadie se atreve a salir de su sector. La violencia acecha detrás de cualquier esquina, y un silencio ominoso cubre el barrio.

Esto contrasta crudamente con la inocencia que hemos hallado actuando para estos niños. Chiquitos, de entre 3 y 6 años, ya estaban emocionados antes de que comenzáramos. Aunque nunca hayan visto un payaso, intuían que se iban a reír. El recibimiento fue grandioso los dos días, el espectáculo inolvidable, y lo que nos llevamos en el corazón para siempre es a ese centenar de críos pidiéndonos al unísono al final de la función: "no se vayan, no se vayan".
Pero teníamos que irnos. A Buenaventura, que será el último capítulo de la expedición. Curiosamente, entramos a Bogotá con un alcalde y, a los cinco días, nos hemos ido con otro. Colombia es así.

Os dejamos una serie de imágenes de estos días!
Fotografías de Edu León para Payasos Sin Fronteras. (c) Todos los derechos reservados.














3 comentarios:

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  3. lo bello es que siempre halla un sonrisa para cada niño, lo más grandioso es que esas sonrisas, la de los niños, tienen a multiplicarse como un concierto de lluvia sobre el litoral.

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