lunes, 17 de junio de 2013

Guerra, Paz y memoria en la hermosa Bosnia.

PSF en Bosnia, Junio 2013. © Payasos Sin Fronteras

PSF en Bosnia, Junio 2013. © Payasos Sin Fronteras

PSF en Bosnia, Junio 2013. © Payasos Sin Fronteras



En Bosnia ya no hay guerra, eso lo sabe todo el mundo, entonces ¿por qué una expedición con Payasos Sin Fronteras ahora?

¿Es realmente necesario repartir risas en un sitio que ha conseguido la paz? Porqué repito, todo el mundo sabe que en bosnia ya no hay guerra .....como todos sabíamos que en el 92 la gente aquí se estaba comenzando a matar mientras Barcelona se ponía olímpica. Las noticias sobre la guerra de Bosnia eran el ingrediente de la comida que nos daba TVE por entonces, cada día a la hora de comer, solía ser el primer plato de un mismo menú diario. Gente cruzando las calles bajo una lluvia de metralla, puentes recién explotados, algunos soldados asegurando que nadie sabía lo que allí estaba sucediendo y como postre final niños muertos y amputados varios....y en ese momento alguien decía ....¡mira que poner esto a la hora de comer!....pero así era y así será, día tras día comeremos una ración de guerra, a la misma hora, en la misma televisión o en internet y todo porque a veces no es que comamos sino que tragamos comida!!....Menos mal que la sección de deportes es larga y extensa....

De la ignorancia de entonces a la actual....Bosnia se presenta en la actualidad como un juego de memoria, procesos de paz que ya finalizaron y la consiguiente desaparición de la parrilla mediática porque lo que no es noticia no existe y lo que no existe cae en el olvido, el peor de los cajones. Pero aquí no es fácil olvidar una guerra tan cruenta.

Lo primero que aprendes nada mas llegar, cuando dejas de señalar con el dedo como un turista los miles de disparos de bala que cada día y en cada lugar encuentras, es que las guerras son siempre más cortas que las posguerras y que los procesos de paz, son eso, procesos, repartos, curas desesperadas que en muchas ocasiones no son medicinas que vayan al origen de la enfermedad del paciente. No es de extrañar entonces que la herida de Bosnia se haya ido curando más por el esfuerzo de la buena gente que por las brillantes actuaciones políticas....

No venimos buscando los conflictos, como turistas en busca de la justicia y el amor universal,
(existir existen), somos o mejor dicho intentamos ser buenos payasos.....e intentamos dar lo mejor de nosotros. Pero a veces sin darnos cuenta a través de un buen trabajo con los niños, estamos dirigiéndonos a los mayores y le estamos invitando a divertirse, a olvidarse de su situación por unos minutos, así nos lo hacen llegar sus caras y sus gestos, son otros después de ocupar el espacio escénico y de haber sido aplaudidos por sus alumnos, hijos o familiares. Y eso les ayuda.

Intentamos en cada actuación integrar a los profesores también, son ellos los héroes o villanos actuales, los que están educando a las futuras generaciones en una situación en ocasiones bastante compleja, intentando frenar el odio y la revancha que respiran los chavales de unos mayores que no saben bien que hacer con ellos.

Los adultos aquí a veces parecen niños maltratados.
La Paz es un alivio, pero tener que convivir con los que un día fueron tus enemigos, que mataron a tus amigos, familia, violaron a tus mujeres....no debe de ser nada fácil y menos construir una nueva realidad, juntos, en paz....pero es necesario recordar que la guerra es un horror que pertenece al adulto, a sus obsesiones, a sus traumas, a su mezquindad, a su negligencia.....y es su responsabilidad salvar a sus niños de tan pesada carga... Nunca existió una guerra iniciada por una pandilla callejera de niños.



En la actualidad, el trauma vivido se traduce en conversaciones que se detienen llegando a ciertos temas, en respuestas contundentes e inesperadas de personas dialogantes y tranquilas o en una tensión contenida que hace que el ambiente de un simple café sea lento y espeso... Aun puedes encontrar gente por la calle con la mirada de aquel que ha visto algo más allá de la vida y nunca ha llegado a regresar....

Pareciera que la guerra dejara en la mirada un rastro perceptible, una eterna pausa en el mirar, una especie de emoción congelada... La de aquellos que han visto el horror, que lo han practicado, que lo han sufrido y que miran a la vida sin el miedo justo que otorga la humanidad.... Miradas lentas, fijas, que no retan, que no varían... Son algo más que el miedo que conocemos, son ojos que han visto algo que nosotros ojalá nunca lleguemos a ver.


Pero Bosnia sigue y Sarajevo se muestra nueva, normal, antigua, tradicional y moderna y sobre todo hermosa....porque el país es hermoso. Ríos caudalosos y bravos como sus gentes, que cruzan gargantas, bosques, altas montañas y pinares interminables....A veces Bosnia parece una isla fértil, un pulmón verde, una tierra fuerte que inspira ternura y no compasión. Aquí siempre tienes la sensación de estar en un sitio único.

Bosnia se parece a Bosnia. Cuando uno lanza el comentario repetido y sorprendido de.....¡pero que país tan hermoso! Los bosnios, que van siendo ya amigos, lanzan al cielo la respuesta con un suspiro y confirman con orgullo “que si, que si... que es un país precioso”, dejando en la conversación una pausa que contiene un: ¿como ha podido pasar esto aquí?

Porqué la guerra no debería haber elegido este paraíso como parada. Sientes que no se lo merece, rápidamente captas la buena vida que provee esta tierra que ahora intenta recomponerse apartando los cristales rotos y trozos de metralla de la memoria. Donde intentaremos aportar nuestro granito de arena a la reconstrucción de la esperanza. Humildemente, pero con toda nuestras ganas.

Bosnia. Junio de 2013

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