Respirando esencia

Aunque la conexión escasea y nos cuesta comunicar con el exterior, estamos más que encantados de la experiencia de compartir la vida estos intensos días en la Wilaya de Auserd, el campo de refugiados Saharaui que nos acoge. La palabra AMOR se queda corta para describir lo que recibimos a cada paso. Hemos actuados en colegios, guarderías, y de forma espontánea cuando aparece la ocasión.

Aquí el ser humano hace gala a su apellido humano. Los cielos de estrellas tintinean también en sus ojos... Ojiplaticos, ojos acompañados de gigantes sonrisas cuando aparecen los payasos. Aún nos quedan días, aunque se quedarán cortos, porque es un gustazo compartir la hospitalidad y el cariño que nos brinda este pueblo hermano. Es una tierra árida y seca, planicie, desierto y chatarra, pero aquí se respira la esencia de la belleza de la vida cuando cualquiera de sus habitantes te sonríe y te mira. ¡Gracias!  Shukran!