Mientras preparamos la campaña de
sensibilización que ya muy prontito comenzamos, aprovechamos para
continuar jugando con las mamayasas y seguir llevando sonrisas a los
lugares más recónditos. Nos hemos desplazado hasta uno de los
lugares más especiales y mágicos de Bobo-Dioulasso: Pala. Pala es
una pequeña localidad muy cercana a la ciudad pero su difícil
acceso lo convierte en un lugar que vive su propio tiempo. Pero
incluso allí, en los lugares más apartados, ¡La magia del payaso
funciona!. Y es que para la alegría y las sonrisas no hay
fronteras.
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