El último viaje

A través de la niebla espesa, por carreteras sinuosas y volcanes humeantes llegamos a Lago Agrio, en Sucumbias, frontera con Colombia, aquí residen alrededor de 10.000 refugiados colombianos. Actuamos para 100 familias en un centro de distribución de alimentos y en centros educativos donde aproximadamente el 21% del alumnado son hijos o familiares de refugiados.

Han sido tres días intensos, con una media de cuatro actuaciones por día, pero queremos dar lo máximo los días que nos quedan en este maravilloso país.

Volvemos a coger el coche y nos dirigimos por último a Pujilí, un pueblo en pleno cinturón de fuego, que no quiere abandonar sus tierras a pesar de la constante amenaza del volcán Cotopaxi, que con sus más de 5000 m de altura sigue activo desprendiendo gases. Actuamos en colegios y comunidades indígenas a más de 4000 m de altitud, donde la mirada atónita e ilusionada de pequeños y mayores que ven por primera vez a un payaso nos deja cautivados.

Han sido 28 días de viaje, 42 espectáculos y más de 16.600 niños y adultos alcanzados. Han sido 28 días de calor extremo, de lluvia, de frío y de cansancio, pero lo más importante, 28 días compartiendo sonrisas, emociones y carcajadas.

Nos vamos, pero dejamos en Ecuador un trocito de nosotros, y muchas narices rojas que esperemos que llenen de ilusión los corazoncitos ecuatorianos.