Llevamos 4 meses en Burkina Faso atendiendo a la infancia malnutrida de Bobo-Dioulasso. Estas últimas semanas hemos estado realizando espectáculos por escuelas de la ciudad de Bobo. Para muchos de las niñas y niños es la primera vez que ven a un “tubabu” payaso. Hemos de decir que aquí, en Burkina, el blanco hace el papel del “hombre del saco". Los adultos les meten miedo a los pequeños diciendo que si se portan mal un blanco vendrá para llevárselos, lo cual, lamentablemente, antes era verdad. A pesar de esto, es un placer ver como el espíritu de los niños y niñas es libre e inocente y lo suficientemente espabilado para reconocer a uno y una de los suyos.
ANICHÉ CHAMA BURKINA!
ANICHÉ CHAMA BURKINA!
¡UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS!
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