Callejones
- Domingo, 20 de noviembre -
Hoy el destino es Villa de Jesús, una de las comunidades de Soyapango, cuyos habitantes viven con el estigma de ser una de las importantes sedes de pandillas en la zona, citada comúnmente en la página roja de los noticieros, sobre todo cuando hay conflictos territoriales entre pandillas por el control del mercado de Soyapango, próximo a la comunidad.
Las calles son estrechas, en febrero de este año, los vecinos vieron en ellas un despliegue policial, acompañado de las autoridades del Minsiterio de Justicia y Seguridad Pública, Policía Nacional Civil y el coronel jefe del Estado mayor del Ejército, en esa ocasión, los vecinos únicamente se asomaron a las ventanas, sin hacer presencia en el acto público. En esta ocasión las calles siguen siendo estrechas, pero al sonido de la gralla, la gente se asoma a las puertas, sale a saludar, y una parvada de niños sigue el pasacalle hasta llegar a la cancha donde se desarrollará la actividad.
Cinde comenzará acá un proyecto próximamente y qué mejor manera de inaugurarlo que con juegos, risas y malabares. Además de Mau del Tiet, hoy nos acompaña Ever, de Lágrimas de Risa, un colectivo de Soyapango, producto de talleres comunitarios de circo y teatro. Los adultos miran un tanto de lejos, pero los niños se meten de lleno en la alegría, con esa confianza envidiable de que todo está bien.
El Centro
- Lunes, 21 de noviembre -
Hoy nos quedamos en El Centro, el distrito 1 de la Alcaldía de San Salvador es el Centro Histórico de la capital, un caos bien organizado, donde comenzamos el día con visita al zapatero que ha arreglado las chalupas de El Negro, con nuevas suelas estamos en la mejor disposición de continuar el recorrido.
Arrancamos en el Centro de Desarrollo Infantil del Mercado Ex Cuartel, el mayor mercado de artesanías del centro, con chicos y chicas hijos de los vendedores del mercado y vendedores informales de la zona.
Esta mañana me llevo las manitas levantadas señalando, una chiquilla de 5 años que parecía estallar de asombro ante la magia, las multitud de risas y las manitas que nos decían adiós y nos preguntaban cuándo íbamos a regresar.
Por la tarde, fuimos invitados por la Sala Infantil de la Biblioteca Nacional, para participar en el Festival Manyula, un festival de poesía infantil que atiende a niños y niñas del interior del país, con la ayuda voluntaria de escritores y escritoras salvadoreños, residentes dentro y fuera del país. Mucho público y espacio complicado, pero logramos que la risa, una vez más, se hiciera presente.
La Última
- Martes, 22 de noviembre -
Las últimas presentaciones son en Mejicanos, municipio de San Salvador que también está en el listado de los más violentos del país y donde la institucionalidad parece perder en ocasiones, el control del territorio. Si en San Salvador hablas de Mejicanos, te vienen a la cabeza un par de cosas: el microbús quemado con los pasajeros dentro para que murieran calcinados en el 2010, las familias que tuvieron que dejar sus casas y salir huyendo con rumbo desconocido en el 2014 y los tiroteos que eran usuales en La Montreal, la colonia donde iremos por la tarde.
Pero para comenzar el día, arrancaremos en el Centro de atención infantil que Cinde tiene en Mejicanos. Este día, además del Tiet, se nos juntan los amigos Héctor y Simoon, para compartir con los niños y niñas, una mañana divertida que se pasa volando y donde todos participan, los chicos y los grandes.
Por la tarde, Raquel se pone tras el volante y nos vamos a La Montreal, en el espacio comunitario que sirve como cancha, auditorio y refugio para casos de emergencia por desastres naturales, tendremos nuestra última presentación. Están presentes chicos y chicas que asisten a los talleres comunitarios y también algunos adultos. La actividad la abren los chiquillos del taller de batucada y al final, algunos adolescentes entrevistan a El Negro y a Pau, como parte de sus actividades artísticas.
Mientras Pau y El Negro hablan con los chicos de La Montreal, una jovencita se me acerca: - ¿Usted es Jennifer, verdad? - y yo, que soy malísima recordando a la gente, pongo mi cara de que no seme note, mientras le digo que sí, que soy yo. – Es que usted fue mi primera profesora de teatro – me dice – el teatro me gustó, hoy yo estoy trabajando con los niños aquí en la comunidad, gracias porque por usted estoy yo aquí.
Entonces me acuerdo, de una niña colochita que estaba en el taller con el que montamos una obra sobre medio ambiente hace un montón de años y me quedo sin saber qué decir, porque a veces uno no se detiene a pensar hasta dónde puede llegar nuestro trabajo.
Gracias
- Miércoles, 23 de noviembre -
Las despedidas comenzaron ayer y continúan hoy. Los informes comienzan hoy, seguro. Los datos se organizan. Ya tendré tiempo esta semana, entre papeles y correos, para reflexionar sobre todo lo que he aprendido. Las fotos, direcciones de correo y camisetas se comparten… en fin, esto que suele pasar porque esto que hacemos crea hilos invisibles que van tejiendo humanidades, como los telares de las abuelas o los atrapasueños donde van quedando los deseos y pequeñas acciones que le van cambiando la cara a esta realidad que tenemos, para que dibuje una sonrisa, con lo que hace falta. Gracias a esta expedición de Payasos sin Fronteras, Negro, Pau, Magda, Buli y a todos los que apoyaron acá en El salvador, por compartir la alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario